miércoles, 27 de febrero de 2008

Entrevista al presidente de nuestro sindicato publicada en diversos sitios web

Entrevista a Julio Oliva, Presidente del Sindicato de Trabajadores del periódico oficial del Partido Comunista.

CHILE: LA HUELGA MÁS LARGA DEL SIGLO Y SUS IMPLICANCIAS POLÍTICAS

Julio Oliva García es genéticamente comunista. Sus padres, ambos comunistas, lo concibieron durante un paseo del partido en 1965. Su abuelo, Gabriel García, recibió su primera cédula comunista en las salitreras nortinas en la década del 30 del siglo pasado. Gabriel vivió todas las represiones imaginables y fue presidente del Sindicato de la Imprenta Horizonte, expropiada por el pinochetismo, y por la cual, el Partido Comunista recibirá pronto a modo de indemnización, casi 6 mil millones de pesos (más de 12 millones de dólares).

Su padre fue Julio Oliva Villalobos, dirigente sindical de MADECO a la hora del golpe de Estado de 1973. Allí lo detuvieron los militares y estuvo preso en la Fuerza Aérea, en el Estadio Chile (hoy, Víctor Jara) y permaneció cautivo un año en Chacabuco. A fines de los 70, Julio Oliva Villalobos se integró a los grupos que posteriormente constituirían la fuerza armada del partido. Fue parte del Frente Cero y fue uno de los primeros miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. El 23 de agosto de 1984 cayó combatiendo luego de una recuperación de material militar realizada en un conjunto de armerías del centro de Santiago.

Julio Oliva García entró a las Juventudes Comunistas en 1980, cuando tenía 15 años. Dice que en el Pedagógico tuvo la oportunidad de "conocer a personas tan hermosas, como el militante del MIR, Eduardo Vergara Toledo". Terminada la dictadura militar, Julio fue miembro del Comité Central del PC, candidato municipal por San Joaquín, candidato a diputado por la circunscripción de La Florida por el Pacto de izquierda Juntos Podemos, y actualmente es vocero de la organización de Derechos Humanos, "La Funa", que denuncia en su propia casa o trabajo a los agentes probados del terrorismo estatal que desaparecieron, ejecutaron y torturaron a militantes y simpatizantes de la Unidad Popular, y que hoy permanecen impunes.

Ahora le toca ser presidente del Sindicato de Trabajadores del órgano oficial del Partido Comunista de Chile, "El Siglo". Allí ocupó el cargo de Editor General y dejó 18 años de su vida. El Sindicato lleva 5 meses de huelga, la más larga del siglo, según la Dirección del Trabajo.

EL CONFLICTO

¿Cuál es el origen de la huelga?

"La crisis coincide con la llegada de Francisco Herreros a la dirección del periódico el 2003. Los periodistas, fotógrafo y redactores, hasta su llegada, veníamos trabajando como equipo desde hace más de 10 años. Nosotros siempre tuvimos la idea de que El Siglo dejara de verse como el órgano oficial del PC para que fuera una revista más amplia, hecha para el conjunto de la izquierda. La línea editorial siempre estuvo garantizada para el PC, pero la idea es que pudiéramos llegar a los más vastos sectores. Nuestra manera de trabajar era absolutamente colectiva y el objetivo era entregar un producto de calidad al pueblo. Con la llegada de Herreros, se acaba el trabajo colectivo, Él es el que hace las pautas y las portadas, y nos informó que El Siglo es ya una empresa que debe financiarse y que cuando aparezcan utilidades, se nos subirá el sueldo, congelado desde el 2001. Yo, el más antiguo y el que más ganaba, obtenía $ 270 mil pesos de salario mensual (poco más de 500 dólares), y el peor pagado $ 140 mil pesos (menos que el sueldo mínimo). Francisco Herreros le pone un sello a El Siglo restringido al puro quehacer partidario. En marzo de 2006 estalla la crisis cuando nosotros, después de mucho tiempo, pedimos una reunión con los dueños del periódico, es decir con la dirección política del PC, para hacerle ver lo que considerábamos que no estaba funcionando bien en la publicación. Inmediatamente vino el despido de algunos compañeros, lo que gatilló la decisión de formar el Sindicato de Trabajadores de la Editorial Siglo XXI."

¿No hicieron gestiones anexas considerando que muchos de los trabajadores eran militantes históricos?

"Tratamos siempre de provocar un acercamiento hacia el partido para resolver rápido el problema, pero los intentos no fructificaron. Mientras tanto, nosotros seguíamos trabajando. Posteriormente, presentamos nuestro proyecto de Negociación Colectiva. La empresa jamás reconoció nuestra condición de sindicato, pese a que este hecho fue ratificado legalmente por la propia Dirección del Trabajo. El 2 de octubre de 2007 comenzamos la huelga, luego de lo cual ha habido una serie de acciones judiciales por ambos lados. Paralelamente sostuvimos conversaciones con un miembro del PC que hizo de intermediador, a quien le expusimos que el conflicto podía terminar al momento de que nos pagaran $ 20 millones de pesos a repartirse entre 8 trabajadores por concepto de indemnizaciones. Se nos negó este arreglo también. Y así llevamos 5 meses de huelga, la más larga del siglo en Chile."


EL SIGLO EN HUELGA EN LOS KIOSCOS

¿Cómo enfrentaron la huelga?

"Nosotros decidimos hacer una huelga, trabajando. Así llevamos 6 números del periódico El Siglo en Huelga, cuyos últimos 3 números están a la venta en todos los kioscos del centro de Santiago, gracias al apoyo de la Confederación de Suplementeros."

¿Qué opinan los militantes ante su movimiento?

"Ha habido tres reacciones por parte de la militancia comunista. Una parte, correspondiente a dirigentes y funcionarios del PC o de gremios que dependen económicamente del partido, ha hecho una defensa muy cerrada de la postura de la dirección del partido, y nos ha acusado de traidores, agentes de la CIA , etcétera. Pero ese es un círculo muy reducido. Otra militancia se nos ha acercado para saber más y conocer los dos lados. Ella nos dice que ojalá nos vaya bien. Es más bien una solidaridad de palabra. Y existe una tercera respuesta de un importante sector de dirigentes y militantes que nos ha brindado una solidaridad mucho más activa. Nos ha ofrecido recursos, mercadería y ha enviado cartas a la dirección para que se resuelva el tema. Y fuera del PC, hemos contado con el amplio apoyo de los sindicatos y sus dirigentes, debido al contrasentido que expresa nuestra situación. Al respecto, la peor propaganda contra el partido la ha hecho la propia dirección al dilatar la solución del conflicto."

¿Serían distintas las cosas con la extinta Gladys Marín a la cabeza de la organización?

"No es por decir que la compañera Gladys haya sido una mujer perfecta, pero yo creo que ella habría tomado cartas en el asunto cuando recién comenzó el conflicto. Una de las principales preocupaciones de Gladys era que todos los trabajadores de El Siglo tuviéramos contrato."


LA RAZÓN POLÍTICA

¿Existen elementos políticos involucrados en la huelga?

"Un conflicto laboral siempre es un conflicto político. Eso lo aprendimos tempranamente en el partido. Las imposiciones del nuevo director de El Siglo no sólo son formales. Aquí nos encontramos con censura contra dirigentes sociales, como la prohibición de que apareciera en el periódico una de las líderes de la rebelión pinguina, María Jesús Sanhueza, porque se habría peleado con la dirección de la Jota. Otro afectado fue Lautaro Huanca, dirigente de los pobladores de la comuna de Peñalolén, por similares razones que María Jesús. Lo mismo con los pobladores de la organización de deudores habitacionales Andha Chile a Luchar. Y después hubo censuras políticas más delicadas. Ya no pudimos publicar nada sobre la corrupción del gobierno, aunque tuviéramos todos los antecedentes, porque la dirección decía que no. Obviamente con el objetivo de no entorpecer las negociaciones con la Concertación para terminar con el sistema binominal, y obtener eventualmente algunos cupos en el parlamento."

¿Qué significa esto?

"Esto demuestra un viraje político que se traduce en un alejamiento de la izquierda aglutinada en el Juntos Podemos y un acercamiento a la Concertación. Para la segunda vuelta en las presidenciales, el partido comenzó a llamar a votar por la Concertación, y hasta bajaron las ventas del periódico. Esto va aparejado a que El Siglo se ha convertido en una revista institucional de la dirección partidaria, casi una publicación de relaciones públicas. En este sentido, el equipo de trabajadores en huelga de El Siglo estaba resultando un estorbo."

¿Cómo se llega a la dirección de El Siglo?

"Francisco Herreros, el director, lleva un año de militancia. Sin embargo, El Siglo siempre fue dirigido por alguien de la Comisión Política o del Comité Central: Luis Corvalán, Volodia Teiltelboim, Jorge Insunza, Rodrigo Rojas, Juan Andrés Lagos, Claudio de Negri, Fernando Quilodrán, etcétera. Esto le llama mucho la atención a la vieja militancia."


EL PC PROFUNDO

¿Cuál es el estado de salud del PC?

"Hoy hay una crisis muy seria en el partido. Sobre todo en lo correspondiente a la democracia interna. Hay un par de grupos que se han hecho de la dirección del partido. La normativa interna del PC en la actualidad, impide el desarrollo de nuevos liderazgos y del ingreso de nuevos militantes a las direcciones. Otro problema es que un porcentaje alto de los miembros del Comité Central son "funcionarios de local" del PC, pero dejaron de ser activistas."

¿Qué diferencias adviertes entre el PC que luchó contra la dictadura y el actual?

"Con la política de Rebelión Popular de Masas, con la superación del llamado "vacío histórico" a través de la creación del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, durante la dictadura también el militante comunista fue formado como un revolucionario íntegro. Sin embargo, esta política fue desarticulada terminada la dictadura. Por eso yo creo que la gran mayoría de los comunistas de los 80 está fuera del partido. Hoy el Partido Comunista no alcanza los 4 mil militantes en todo el país. En realidad, los comunistas están fuera del partido. Yo creo que hay gente que se fue para la casa, aburrida de luchar contra esta muralla antidemocrática. Pero también hay gente que no milita, pero sigue en organizaciones sociales, en sindicatos, ayudando a la reconstrucción de los trabajadores y el pueblo."

¿Cuáles son las prioridades del PC hoy?

"Hace mucho tiempo que en el partido no existen políticas hacia los trabajadores, hacia los pobladores. Paulatinamente, el Partido Comunista se ha ido convirtiendo en un partido "ciudadano" como el Partido Por la Democracia (el PPD de la Concertación), donde más valen 30 segundos de televisión que el trabajo que pueda hacerse con las bases. Esto ha provocado que cada vez más el PC tenga menos incidencia real."

Ante tu diagnóstico, ¿qué horizontes adviertes?

"Yo creo que pueden haber diferentes salidas. Pero hay que construir una. Hay gente que todavía piensa que desde el interior del partido se pueden cambiar a estas direcciones "estalinistas y socialdemócratas". Sin embargo, me parece que lo que cabe hacer es procurar conformar un movimiento de los comunistas, o de refundación comunista. Que, primero, nos retorne a los principios de Luis Emilio Recabarren (fundador del PC), a recuperar el sentido de clase del partido. Y luego repensar la política de Rebelión Popular de Masas, que le dio el contenido revolucionario completo a la organización."

¿Es decir privilegiar la lucha y todas sus posibilidades?

"La confrontación entre las clases siempre existe. Y, por tanto, siempre hay que estar preparados íntegramente. Teórica y materialmente. Porque cuando avance la lucha de los trabajadores y el pueblo nos vamos a encontrar con las resistencias de la minoría privilegiada. Hoy no se sigue solamente explotando a los trabajadores, sino también asesinándolos. Ahí tienes los casos de Rodrigo Cisternas, de los jóvenes mapuche, del estudiante Daniel Menco. Los organismos de seguridad siguen funcionando."

¿Cómo evalúas el panorama de la izquierda chilena?

"Aquí tenemos que reconstituirnos como izquierdas. Esta debe ser una época de mucha generosidad. Deben dejarse de lado rencillas antiguas. Nuestro horizonte son los trabajadores y el pueblo. Tenemos que ponernos de acuerdo en cuestiones bastante generales, pero no por ello, menos potentes."

El periódico El Siglo en Huelga cuelga perceptible y contradictoriamente junto a El Siglo "oficial" en uno de los costados de un kiosco en plena Alameda, arteria central de Santiago de Chile. Algunos capitalinos se detienen, tratando de entender. Lo cierto es que algo está ocurriendo en el que fuera el Partido Comunista más grande de Latinoamérica luego del cubano. Y sus militantes tienen el derecho y el deber de expresar sus discrepancias. Desde la izquierda y para bien de las luchas que se avecinan.

Andrés Figueroa Cornejo

Polo de Trabajador@s por el Socialismo

Febrero de 2008

El PC miente a sus militantes sobre la huelga de El Siglo

Ante fallo de la Suprema contra la Dirección del Trabajo:

El PC miente a sus militantes sobre la huelga de El Siglo

Con un apresuramiento digno de todas las torpezas que han cometido en el ámbito legal, representantes de la dirección del Partido Comunista, a través de un comunicado oficial distribuido a sus militantes, vuelven a mentir sobre la situación que afecta a los trabajadores del Semanario El Siglo, quienes por estos días superan los 140 días de huelga.
Vía correo electrónico, como parte de la denominada “Hoja Informativa” de su Comisión Nacional de Organización (ver recuadro), el Partido Comunista entrega nuevamente una versión antojadiza de los hechos que rodean el conflicto laboral del Semanario El Siglo.
Recordemos que fue el director impuesto por una parte de la Comisión Política del PC, Francisco Herreros, quien cambió los términos en que se trabajaba en el periódico comunista, señalando que “este no es el partido, es una empresa que debe financiarse y, cuando tenga utilidades, se podrá ver lo de los sueldos”. Dichos sueldos están congelados desde comienzos del 2001 y fluctúan entre 140 y 270 mil pesos, por lo que eran desde hacía ya tiempo uno de los problemas que los trabajadores deseaban plantear a los dueños de la Editorial Siglo XXI.
Se suponía que Herreros era quien sacaría al semanario de la crisis económica producida por la nula gestión comercial sostenida desde los primeros días de su reaparición legal, en septiembre de 1989. Sin embargo, los cambios provocados por el nuevo director no sólo hicieron más profunda tal crisis, sino que a la vez terminaron con el trabajo colectivo que se desarrollaba en el equipo periodístico, redujeron las temáticas de portada a títulos centrados en lo político, impusieron la salida de la Margarita, el fin de algunas secciones de texto menos extenso, el cambio de otras y sus denominaciones, llegando incluso a la abierta censura a dirigentes sociales, como María Jesús Sanhueza, Lautaro Guanca y los integrantes de ANDHA Chile, o los representantes del Juntos Podemos que no concordaron con el “paso táctico” de llamar a votar por Bachelet, como también al “olvido” de denuncias contra la corrupción del gobierno y la concertación.
A comienzos de 2007, ante la insistencia de los trabajadores de comunicarse con los propietarios de la Editorial Siglo XXI, Herreros avisó que se produciría tal reunión en la que se entregaría una visión de la empresa y se comunicarían las medidas a tomar. Sin embargo la única persona que se hizo presente, instalándose en la oficina del director, fue el abogado Pedro Aravena quien comenzó a llamar uno a uno a varios de los trabajadores para notificarles de su despido. Los trabajadores se organizaron para obtener que, al menos, fueran desvinculados aplicando los mínimos resguardos que establece la precaria Ley del Trabajo.
Desde la constitución del sindicato, se producen una serie de medidas de rechazo y hostigamiento contra la organización y sus integrantes. Se buscó desprestigiarles, en especial a sus dirigentes, en base a inexactitudes y falsedades, como la afirmación de que los trabajadores de El Siglo serían funcionarios del Partido Comunista de Chile y que por tal condición habrían aceptado, desde siempre, trabajar sin contratos ni otras disposiciones legales elementales que benefician a los trabajadores del país.
Los primeros despidos se consolidaron a fines de marzo e involucraron a Marco Díaz, empleado administrativo, y al periodista Iván Valdés, ex subdirector del semanario y editor de Economía, ambos socios fundadores del sindicato, quienes lograron un acuerdo de despido relativamente satisfactorio.
Más adelante fue despedido el periodista Cristián Pavez, a quien se le ofreció una suma indemnizatoria muy por debajo de los montos legales correspondientes y se le dijo que, si quería obtener una indemnización mayor, acudiera a los tribunales. Así lo hizo, y actualmente el juicio avanza en un juzgado del Trabajo.

Prácticas antisindicales

En medio de la negociación colectiva, fueron notificados verbalmente Julio Oliva y Raúl Blanchet, presidente y secretario del sindicato respectivamente, de que serían despedidos. La notificación se produjo simultáneamente con la respuesta negativa de la empresa al petitorio, la presentación hecha por el empleador ante la Dirección del Trabajo y el traslado de los medios esenciales de producción del semanario a otras oficinas, instaladas en Vicuña Mackenna 31.
La Inspección del Trabajo ordenó el inmediato reintegro de ambos despedidos y un representante de la empresa firmó un acta ante la autoridad, comprometiéndose a reincorporarlos en las mismas labores que desempeñaban al ser notificados. Guillermo Teillier, entrevistado por Julio César Rodríguez en el programa “Podría ser peor” de Radio Bío-Bío, dijo desconocer el hecho del despido de los dirigentes, que todos los trabajadores tienen contrato –aunque ellos no lo hubiesen querido así-, y que él no “daba órdenes” a la empresa para buscar una salida al conflicto (se adjunta audio completo, en el cual queda en evidencia lo poco que sabe Teillier de El Siglo o su falta de disposición a meterse en el tema).
A los dirigentes reintegrados no se les volvió a publicar ningún artículo. El 24 de septiembre fueron trasladados todos los integrantes del sindicato hasta el lugar en que la empresa estableció su nueva dirección comercial: Carmen 340. Allí fueron hacinados los siete trabajadores en una pequeña oficina de 12 metros cuadrados, en la que encontraron tres escritorios y la misma cantidad de computadores desarmados en el suelo. A partir de entonces no contaron con acceso a teléfono, internet ni relación con sus empleadores para continuar sus labores.
Tras aprobarse la huelga legal se solicitaron los buenos oficios de la Dirección del Trabajo. El organismo citó a ambas partes pero sólo llegaron los trabajadores. Contactado por la mediadora del organismo estatal el representante legal, Claudio de Negri, respondió que la empresa no se presentaría, pues no reconocía la legalidad del procedimiento.
La huelga se inició el dos de octubre. El directorio de la empresa mantuvo la publicación de El Siglo desde las dependencias de Vicuña Mackenna 31, con el empleo de personal de reemplazo, popularmente conocidos como rompehuelgas. El hecho fue denunciado a la Dirección del Trabajo, la que ordenó una fiscalización. La fiscalizadora enviada por la Inspección fue impedida de realizar su labor por una comitiva de dirigentes del Partido Comunista, quienes acusaron al organismo fiscalizador de estar coludido “en una conjura en contra de la colectividad”.
Ante una propuesta responsable y ponderada de la organización sindical, que contemplaba solamente un acercamiento al pago del mes por año, dejando de lado muchos otros cobros legales, la empresa respondió con el intento de dividir al sindicato y desconociendo la antigüedad de Julio Oliva, Jorge Texier y Raúl Blanchet.

Respaldo de la Corte de Apelaciones

Tras varios meses de tramitación, finalmente el cinco de diciembre de 2007 la Corte de Apelaciones de Santiago no dio lugar a dos recursos de protección interpuestos por el representante legal de Editorial Siglo XXI y Pedro Aravena, abogado de la empresa, en contra de la Dirección Provincial del Trabajo Santiago Centro reclamando la legalidad del sindicato y de la negociación colectiva presentada por la organización de trabajadores.
Los fallos, adoptados por la Quinta Sala, señalan que “los hechos constatados personalmente por la fiscalizadora en dependencias de la empresa denunciada, constituyen, ciertamente, elementos que configuran una relación de subordinación y dependencia, los cuales permiten presumir la existencia de un contrato de trabajo (…) En consecuencia, la fiscalizadora actuó dentro de la esfera de sus atribuciones, al exigir al empleador que suscribiera los contratos respectivos, cualquiera hubiera sido la denominación que éste le hubiere dado a la relación jurídica que mantenía con esas personas (…) Negar, en consecuencia, la posibilidad de que el órgano encargado por ley de velar por el cumplimiento de la legislación laboral, ejerza una efectiva función fiscalizadora, develando situaciones que aparecen revestidas de una condición diferente a lo que ocurre en los hechos, en perjuicio de los derechos de los trabajadores, implica inhibirlo de una función que le es propia y que se justifica por el principio de protección al trabajador que sustenta toda la legislación laboral y el derecho social en general”, esto en el caso del primer recurso que pretendía desconocer la calidad de trabajadores de los integrantes del sindicato.
En el segundo, que recurría de protección contra la legalidad de la Negociación Colectiva, la Quinta Sala señala que “la autoridad administrativa recurrida ha invocado las potestades que la ley le confiere para pronunciarse sobre las referidas objeciones de legalidad y ha fundamentado lo resuelto argumentando, en síntesis, que de (…) el sindicato fue constituído válidamente meses antes de iniciarse la negociación colectiva, habiéndose elegido a la comisión negociadora conforme a la ley y que el vínculo laboral de los trabajadores objetados por la empresa, emana de una fiscalización efectuada con anterioridad por ese organismo, en la que se constató la concurrencia de los requisitos que configuran una relación de subordinación y dependencia a su respecto (…) Que, así las cosas, no se advierte que la resolución impugnada sea un acto ilegal ni arbitrario, en los términos que le fueron atribuidos por el recurrente, en razón de lo cual y no concurriendo el requisito básico para la procedencia de esta acción cautelar, resulta inoficioso pronunciarse sobre una eventual vulneración de derechos fundamentales, debiendo rechazarse, derechamente, el recurso”.

La versión de la “Hoja Informativa”

La comunicación oficial enviada a todos los correos electrónicos de dirigentes y militantes del Partido Comunista, a través de la “Hoja Informativa” de la Comisión Nacional de Organización del PC, correspondiente al Nº 389 del Año 11 y despachada en el mes de febrero, contiene información interna que incluye en “Hitos de marzo”: “Lucha contra la exclusión”, “Gladys y el Día Internacional de la Mujer”. Luego se refiere al tema “Electoral”, “Educación”, “Lucha de los trabajadores” y un “Calendario de actividades”, enfatizando que “Esta es una publicación destinada a todas las estructuras del Partido. Comités Regionales, Comités Comunales, Comités Sectoriales y Células. Es obligación de quien la reciba hacerla llegar a toda la militancia”.
Con respecto a la “Situación de El Siglo”, la “Hoja Informativa” señala: “Queremos entregar la última información al partido respecto a la situación de El Siglo. Asumimos que todo el partido ha estado informado a través de las instancias regulares sobre este proceso que ha tenido su tiempo.
Con fecha 28 de enero del presente año se resolvió de manera definitiva por los Tribunales el conflicto legal entre la Sociedad Editora, Impresora y Distribuidora de Publicaciones Siglo XXI Ltda., que edita, publica y distribuye nuestro Semanario "El Siglo" y quienes se auto arrogaban la calidad de dirigentes sindicales y que venían sosteniendo un movimiento huelguístico en contra de dicha empresa.
De acuerdo a los fallos judiciales, quedo en claro que los Sres. Julio Oliva, José Zúñiga (SIC) y Raúl Blanchet no tienen la calidad de trabajadores dependientes de dicha empresa, ya que hay documentación que acredita que prestaban servicios a honorarios y que, por consiguiente, no existe legalmente el Sindicato del que ellos dicen formar parte y por lo mismo, no hay una negociación colectiva en curso ni huelga que pueda sostenerse de manera alguna.
Ha quedado en evidencia la total justeza y rectitud de lo señalado por dicha empresa respecto de la ilegitimidad de los reclamos que invocaban estas personas.
Ante la cantidad de mentiras que se montaron en una verdadera campaña que recibiera el apoyo de diversos medios de comunicación y personeros del modelo, la Empresa se reserva el derecho de accionar judicialmente respecto de quienes intentaron dañar la honra y el prestigio de los colaboradores que con su labor permitieron que El Siglo siguiera publicándose e impidieron que cerrara dicho Semanario, uno de los objetivos que buscaron desesperada e inútilmente.
Debemos recordar que la editora realizo gestiones hasta ultimo momento, mas allá de la resolución de los tribunales ofreciendo llegar a un acuerdo”.

El fallo empresarial

Ante la queja de Editorial Siglo XXI presentada ante la Corte Suprema, tal y como lo hace por estos días CODELCO para no reconocer a los subcontratados como parte de la empresa, finalmente el fallo de la Tercera Sala consignó, como es de su costumbre, que la Dirección del Trabajo no tendría atribuciones para determinar quienes son o no trabajadores dependientes de alguna empresa.
Sin tratar el fondo del asunto, visto ya en Corte de Apelaciones, y sin que pudiesen alegar los abogados de las partes, los ministros Adalis Oyarzún, Héctor Carreño, Sonia Araneda y el abogado integrante Gorziglia, en uno de los casos, y el ministro Ricardo Galvez en el otro, con el voto en contra del ministro Pedro Pierry –quien estuvo por mantener el fallo de la Quinta Sala de la Corte de Apelaciones-, determinaron que Editorial Siglo XXI no pagase la multa por la no escrituración de contratos y que lo demás “corresponde sea dirimido por el órgano legalmente investido de competencia para ello, que lo es un juzgado del trabajo”. Es decir, en ningún lugar señala que “Julio Oliva, Jorge Zúñiga y Raúl Blanchet no tienen la calidad de trabajadores dependientes de dicha empresa”, como lo afirma la dirección del PC. Cosa que por lo demás es absolutamente refutable con decenas de pruebas y el testimonio de muchos de aquellos a quienes les ha llegado este comunicado oficial, a quienes les consta la cantidad de años que han trabajado en El Siglo, entregando no sólo su experiencia profesional sino muchas veces arriesgando hasta la vida, Julio Oliva, Jorge Zúñiga y Raúl Blanchet.

miércoles, 13 de febrero de 2008

El Siglo en Huelga está en los quioscos de Santiago


Al sobrepasar los 130 días de huelga, nuestros esfuerzos se vierten en sostener el movimiento haciendo lo que sabemos, periodismo. Semi asfixiados por las dificultades económicas que acarrean cuatro meses sin sueldo, ideamos la edición del boletín de nuestro sindicato para recabar por medio de él, la adhesión voluntaria del público en general y en particular de los trabajadores como nosotros. En este empeño econtramos la respuesta solidaria de la Confederación Nacional de Suplementeros de Chile, CONASUCH, y de sus sindicatos afiliados. Es la solidaridad entre trabajadores ligados a una misma actividad. Nuestros colegas suplementeros no vacilaron en respaldarnos generosamente. Hacia ellos nuestra gratitud por siempre. Eso permite que nuestro boletín esté en quioscos luchando por nuestras demandas. Ahora requerimos que quienes solidarizan con nuestra huelga, adquieran el boletín en los quioscos en que se encuentra.